Carta de H.G Wells a Julio Verne
Londres, 15 de junio de 1899.
Querido Monsieur Verne:
Espero que esta carta lo encuentre bien y en pleno gozo de su inspiradora creatividad. Antes que nada, quiero expresar mi más profunda admiración por su obra, sus relatos han sido una gran inspiración para mí.
De un colega a otro, en esta ocasión no solo le escribo para felicitarlo, sino también para compartir una inquietud que ha turbado mi apacible vida de escritor. Existe un joven autor en el horizonte de la ciencia ficción cuya popularidad está creciendo de manera alarmante. Sus escritos, aunque todavía inmaduros, poseen una frescura y un vigor que podrían eclipsar nuestras obras. Este joven amenaza con desplazar nuestras contribuciones del centro de atención y arrebatarnos el reconocimiento que con tanto esfuerzo hemos ganado. Mientras que él no se merece lo mismo, puesto que conozco su carácter arrogante y su frívola manera de pensar, no es como nosotros una persona culta, lo considero más bien vulgar e irrespetuoso. Es un cáncer que cada día que pasa envenena este hermoso género literario que nos dedicamos a escribir.
He reflexionado mucho sobre esta situación, y tras muchas noches de desvelo, he llegado a una conclusión inquietante, brutal pero necesaria. Para preservar el legado que tanto usted como yo hemos construido, debemos tomar medidas drásticas. Permítame recordar el caso de Johannes Gutenberg y la invención de la imprenta. Su innovación amenazó el dominio de los escribas que, para proteger su modo de vida, intentaron suprimir la difusión de esta nueva tecnología. Al igual que ellos, debemos considerar hasta qué punto estamos dispuestos a ir para proteger nuestra posición.
Le sugiero que nos reunamos en mi casa la próxima semana para discutir en detalle un plan para neutralizar esta amenaza. Debemos eliminar al joven y apropiarnos de sus escritos antes de que tenga la oportunidad de arruinarnos por completo y nos sentencie al olvido en las última repisas polvorientas de las librerías. Entiendo que esto suena atroz, pero le aseguro que lo hago pensando en el bien de nuestra amada ciencia ficción.
Confío en que comprenderá la urgencia de mi propuesta y la situación, no podemos esperar mucho más. Estoy convencido de que juntos podemos proteger nuestro legado.
Aguardo con esperanza su respuesta, me despido con el más alto respeto y admiración.
Suyo sinceramente,
H.G. Wells
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